Los mejores barrancos en verano en la Sierra de Guara:
La Sierra de Guara es una zona sobradamente conocida para el descenso de barrancos. Se trata de una Sierra situada en el centro de la provincia de Huesca, aislada de los pirineos, pero no lejos de ellos. Se dan varios factores que hacen este lugar idóneo para la práctica del barranquismo 3 estaciones: primavera, verano y otoño. La Sierra de Guara tiene muchos descensos reseñados pero no todos son igual de interesantes. Principalmente para el público «amateur» que nos visita esporádicamente para prácticar este deporte les recomendamos los más clásicos. Estos decensos reunen los condicionantes para que sean atractivos para todos: noveles, experimentados y confirmados.
Aquí os dejamos nuestra selección veraniega para la Sierra de Guara:
El Río Vero:
Si hablamos de los incios del barranquismo, hablamos del Río Vero, a todos los niveles. Uno de los primeros ríos que se descendieron con ánimo explorador y deportivo, así como uno de los primeros ríos a los que los guías de la Sierra de Guara pioneros del barranquismo allá por los 80 comenzaron a llevar a los turistas que preguntaban ¿qué es eso del barranquismo?.
Se haga como se haga, entero o su mitad inferior, es un descenso bellísimo con un entorno y paisaje admirable. Muy acuático y lúdico. Lleno de caos de bloques que forman pasajes subacuáticos, con algunos saltos y algunas corrientes. Es un río lleno de sifones, pasos para bucear. De aguas verde esmeralda, quizá por ello su nombre «Vero».
La mitad inferior es adecuada para grupos noveles, familias, grupos numerosos, personas menos deportistas, etc. El descenso completo es recomendable para aquellos con experiencia o un estado de forma física bueno.
Peonera inferior:
Un descenso mítico. Con sorprendentes rincones y resaltes muy «juguetones». Es un barranco que cuenta con unos cuantos saltos, alguno de altura considerable, pero solo realizable si el guía da el visto bueno en función de la técnica y agilidad que se tiene. Muy divertido, con partes bastante diferenciadas. Tiene muchos toboganes y muchas corrientes.
Aguas arriba de los estrechos de Tamara encontramos un cañón de grandes dimensiones en el que andaremos y nos relajaremos con algún paso deportivo y algún pequeño salto. Los estrechos de Tamara son la parte más interesante e importante del barranco. Es un tramo de cañón precioso, de formaciones calizas impresionantes y un caos oscuro. El puntillo requerirá de nosotros unicamente andar y saltar, aunque se trata de una pisicina natural muy apreciada.
En resumen, un clásico de los clásicos que gusta siempre y que se caracteriza por el gran divertimento de su parte central, super acuática y sinuosa.
Peonera superior:
Tramo de barranco mucho menos conocido que los otros clásicos y es por ello que nos garantizaremos soledad. Idóneo para los amantes de la naturaleza y del senderismo, ya que el retorno es un trekking de hora y media con vistas espectaculares. Algún salto, posibilidad de hacer rápel y un entorno muy salvaje son las claves de este descenso.
Formiga:
El barranco con rápel por excelencia. Se camina poco y tiene todos los alicientes de un barranco. Rápel seco y acuático. Toboganes. Saltos. Y sifones. Un barranco muy completo que sorprende tanto a los que comienzan como a los que ya tienen algo de experiencia. Al ser tan variado y completo todo el mundo lo disfruta.
Oscuros del Balcés:
Los Oscuros del Balcés es un barranco que se encuentra en Rodellar. Tiene un acceso senderista con un largo paseo por una faja impresionante que cae sobre el cañón del Balcés. El barranco en sí mismo es muy concentrado. Corto e intenso, configura una profunda garganta de visita obligada. Un cañón sobrecogedor. Como los demás tiene algún salto y algún tobogán. Y el rápel es obligatorio.